Y después de QZZ-999 ¿qué?

Mi amigo Mauricio se preguntaba hace veinte días ¿qué se acabará primero, las direcciones IPv4 o las patentes argentinas?

Se acaban las IPs

Parece que en uno o dos años finalmente llegará el tan preanunciado fin de las direcciones IPv4 de internet (ya hace más de 15 años que “se acaba en los próximos 5 años“, pero desde hace poco, parece que “se acaba el año que viene“).

OK, es un espacio finito, fue planeado hace casi 30 años cuando no sólo a nadie se le ocurriría pensar que podía haber una computadora (o más) en cada hogar… mucho menos se les podía ocurrir que gran parte de la humanidad tendría teléfonos móviles personales y que estos también tendrían asiganda una dirección IP.

Dentro de todo, y con no pocos malabarismos de por medio, el espacio de direcciones IPv4 se la habrá por 30 años si llegamos a septiembre de 2011.

La solución

La única solución viable parece ser migrar a IPv6 que se comenzó a diseñar alrededor de 1993 y se publicó en 1998. Entre otros cambios, el más significativo es que utiliza direcciones de 128 bits en lugar de 32 bits como IPv4.

Si bien desde su concepción, IPv6 se planteó con un plan de migración, la misma ha sido lenta y, a medida que se comience a forzar debido al agotamiento de las direcciones IPv4, será dolorosa.

Se acaban las patentes

PatenteAhora bien, las “nuevas“ patentes de los automotores en Argentina debutaron en enero de 1995 y ya le quedan sólo 3 ó 4 (a lo sumo 5) años más de vida.

Para colmo, hay que reconocer que en 1994 debería haber sido más previsible el crecimiento del parque automotor argentino en 20 años de lo que en 1981 podría haber sido el crecimiento de internet (que de hecho, no existía ni se llamaba así en esa época) en 30.

El sistema de patentes en Argentina consiste en tres letras seguidas de tres números. Como se utiliza el alfabeto inglés (26 letras, sin eñe), esto da un total teórico de 17.576.000 de patentes únicas (26 3 x 10 3).

Fuera de los “autos mellizos“ los números de patente no se reutilizan aun cuando un vehículo sea completamente destruido y dado de baja legalmente.

Algunos números

Más aún, las patentes que comienzan con la letra “R“ hasta “Z“ se reservaron para repatentar vehículos que ya habían sido patentados hasta diciembre de 1994. Estas son 6.084.000 (9 × 26 2 x 10 3).

Con esto sólo quedan, para autos patentados por primera vez a partir de 1995, las que comienzan con la letra “A“ hasta “Q“, un total de 11.492.000 patentes (17 × 26 2 x 10 3).

A mediados de 2010 habían pasado 15 años y medio y se habían utilizado las patentes que comienzan desde la “A“ hasta la “I“ que son 6.084.000 (9 × 26 2 x 10 3). Sólo quedaban 5.408.000 (desde la “J“ que ya se está utilizando hasta la “Q“, 8 × 26 2 x 10 3).

Si bien esto no parece tan poco, hay que tener en cuenta que los primeros 8 de esos 15 años, la venta de automotores tenía un ritmo muy inferior al actual, incluyendo la crisis de 2001. De hecho, al principio, una letra de comienzo de patente duraba alrededor de un año y medio, a veces más. Ahora se están consumiendo en el orden de dos letras o más por año.

Yo sospecho que si no se frena ni se dispara significativamente la venta de automotores en Argentina, el esquema actual de patentes se agotará a mediados de 2014… no falta mucho… son justo 20 años desde que se creó el esquema.

Me acota Marcelo (en facebook) que actualmente se están patentando en el orden de 600.000 vehículos por año (más o menos “una letra inicial“ por año: 26 2 x 10 3 serían 676.000), con lo cual arañaríamos el 2020 con suerte.

Al menos “la pegaron“ con la reserva para repatentamiento de automotores viejos. Creo que van por la “Y“ y no creo que se repatente mucho más. Los autos viejos que siguen circulando con las viejas placas de una letra y seis o siete números ya es difícil que alguien se tome el trabajo de repatentarlos.

Una modesta propuesta de solución

A diferencia de los complejos mecanismos para migrar el protocolo básico de comunicaciones en una red global de computadoras sin una entidad única de control (aunque sí de asignación de direcciones), hace unos años, cuando se me ocurrió que se acabarían pronto las patentes se me ocurrió un sistema simple y elegante para resolverlo.

Si bien no es brillante, vaya aquí mi pequeño aporte a la DNRPA

Mi idea es agregar una letra más al principio de la patente, de modo tal que las nuevas patentes sean de cuatro letras y tres dígitos.

Esto da un total teórico de 456.976.000 patentes únicas (26 4 x 10 3).

Si bien esto va a requerir una adecuación de los sistemas que utiliza la DNRPA (para que quepa la nueva primera letra), ese será casi el único cambio ya que no será necesario repatentar los automotores que tengan una patente del sistema actual (tres letras y tres dígitos).

¿Cómo es esto? considerando que todas las patentes que sólo tienen tres letras son precedidas por una letra A tácita. Esto es, consideramos la letra A con la misma funcionalidad que el número 0. De este modo, si en 2020 veo una patente “de las viejas“ como ser BBY 965, la consideraré como ABBY 965.

De este modo, y manteniendo la reserva de patentes para repatentar los vehículos del sistema anterior a 1995, la patente que vendrá luego de la última del sistema actual (QZZ 999, o también AQZZ 999) será la BAAA 000.

Las patentes entre ARAA 000 y AZZZ 999 corresponden a vehículos con patentes anteriores a 1995 que fueron o serán repatentados.

La ventaja de este sistema es que es relativamente barato de implementar y, una vez que estén adecuados los sistemas se puede comenzar a utilizar inmediatamente y sin desperdiciar patentes válidas.

De hecho, si se terminara de implementar, digamos, a mediados de 2012, quizás la patente siguiente a MZZ 999 puede ser directamente ANAA 000.

Otras mejoras posibles

Siempre manteniendo la simplicidad de implementación, se me ocurren otras mejoras complementarias (no para incrementar la cantidad de patentes posibles si no para mejorar algún otro aspecto):

  • Cambiar la tipografía: La tipografía cuadradota de las patentes actuales, amén de que puedan ser estéticamente más lindas o más feas que las anteriores tiene varios problemas. En particular, hay muchas letras que se confunden a mediana distancia (ejemplo, la O con la D y con la Q). Esto no ocurría en las patentes que había hasta 1994, con una tipografía mucho más redondeada y con la rayita de la Q mucho más notable.
  • Cambiar el indicador de patente duplicada, triplicada o cuadruplicada (hoy una pequeña D, T o C entre las letras y los dígitos) por un número (y que podría comenzar en 1 o 0 para la duplicada e ir incrementándose).

¿Qué más se les ocurre que se pueda mejorar sin que sea complejo?

2 opiniones en “Y después de QZZ-999 ¿qué?”

  1. Me pareció un artículo realmente interesante, escrito realmente de calidad, que me resolvió muchas dudas que tenía. Los felicito y buen año.

    Mara

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